miércoles, 15 de octubre de 2008

Las Cosas Siguen de Mal en Peor

Hermanos, quiero animarlos a que no desistan de orar por nuestra ciudad. Hay muchas cosas que pudieran desanimarnos de seguir creyendo que Dios va a obrar y cambiar las cosas. Pero es precisamente nuestra labor verlo a él por encima de todas las circunstancias negativas que presenciamos. Creo que lo principal que nos puede suceder es que caigamos en el temor y eso nos lleve a la incredulidad. Incredulidad de que nuestro Dios no va a cambiar las cosas. Esto significa que dudamos que quiere o que puede cambiar las cosas. Nos olvidamos que Dios sigue reinando:

Sal 47: 7 Porque Dios es Rey de toda la Tierra; cantad alabanzas con armonioso salmo. 8 Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono.

Aunque veamos que los agnetes del mal sigue matando, robando, secustrando y extorsionando, no podemos dejar de creer que Cristo sigue reinando. Si por algún motivo él ha decidido demorar su respuesta y a nosotros nos parece que no está obrando, debemos de permanecer firmes y claros en esta verdad. Acaso, dejó de reinar nuestro Dios cuando estaban crucificando a Jesús. Sus discípulos no entendían, sus corazones se desplomaron hasta los suelos. Cayeron en una gran depresión y corrieron a esconderse encerrados bajo llave. Sin embargo, Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo (2Cor 5: 19) y estaba preparando un camino nuevo y amplio para que tuviéramos acceso a Dios (Heb 10:20). Lo que para los hombres parecía derrota, era en realidad su más grande victoria (Col 2:13-15).

Así ahora, no sabemos lo que él está planenado y llevando a cabo, pero podemos estar seguros que está reinando y que al final su perfecta justicia será establecida. Podemos estar seguros que él triunfará y veremos su bondad y misericordia manifestada. Siempre ha sido así y nadie puede detenerlo o entorpecer sus planes. Nadie puede resistir su voluntad o hacerlo desistir. Por lo tanto, mas bien debemos creer que este es el tiempo de oportunidad para que el mundo vea a la iglesia firme y segura. Con los ojos puestos en nuestro soberano, esperando que el descubra su brazo y haga reinar su justicia y paz. Esa paz que vendrá en forma de gracia derramada sobre nuestra tierra. Gracia de salvación, gracia de misericordia, gracia de perdón. O sea, un avivamiento de vida nueva en nuestro país. En donde ha abundado el pecado y la muerte pedimos que conforme a su voluntad veamos ahora una abundancia de su gracia.

No dejemos que el temor nos sobrecoja o sorprenda. La escritura nos llama no temer, sino a confiar que él nos librará de nuestros enemigos:

Sal 49:5 ¿Porqué he de temer en los días de adversidad cuando la iniquidad de mis enemigos me rodee...?

Sal 42:5 ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia.

Sal 40:1 Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. 2 Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. 3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el SEÑOR. 4 Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.

Hermanos, dejemos que la Escritura nos hable al corazón y podamos caminar con seguridad aún enmedio de la tragedia. Confiemos que hemos de ver su bondad y no desmayemos. El Señor triunfará...

Sal 27:11 SEÑOR, enséñame tu camino, y guíame por senda llana por causa de mis enemigos. 12 No me entregues a la voluntad de mis adversarios; porque testigos falsos se han levantado contra mí, y los que respiran violencia. 13 Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes. 14 Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que Dios quiere ver un corazon en nosotros realmente dispuesto a todo por el, y es nuestro deber ser hacedores y no solo oidores de su palabra, pienso que en estos tiempos en que en todo el pais se vive una violencia desenfrenada necesitamos ser luz en medio de la obscuridad. Y mostrar a los mas necesitados de el quien es Dios en nuestras vidas y quien puede ser en la de ellos.