martes, 27 de mayo de 2008

Esos Malditos! somos Nosotros

¡Esos Malditos! somos nosotros

Ante la ola de violencia la gente se apresura a exclamar su juicio hacia los asesinos: “son unos malditos… merecen la muerte,… ojala los maten a todos…, que se vayan todos al infierno…”

Pero la Biblia no llama a que hagamos un juicio justo. Y no hay juicio justo sin que primero veamos nuestro propio corazón y nuestra propia condición delante de Dios. Primero que nada necesitamos reconocer que todos somos culpables delante de Dios. Ninguno de nosotros hemos cumplido los mandatos de Dios. Todos hemos pecado y por eso, Dios llama malditos a todos los pecadores:

Galatas 3:10 Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS

Romanos 3:10 como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO; 11 NO HAY QUIEN ENTIENDA, NO HAY QUIEN BUSQUE A DIOS; 12 TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INÚTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO. 13 SEPULCRO ABIERTO ES SU GARGANTA, ENGAÑAN DE CONTINUO CON SU LENGUA, VENENO DE SERPIENTES HAY BAJO SUS LABIOS; 14 LLENA ESTÁ SU BOCA DE MALDICIÓN Y AMARGURA; 15 SUS PIES SON VELOCES PARA DERRAMAR SANGRE; 16 DESTRUCCIÓN Y MISERIA HAY EN SUS CAMINOS,

Mateo 5:21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: "NO MATARÁS" y: "Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte." 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: "Raca" a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: "Idiota", será reo del infierno de fuego.

Estamos ante una situación similar al de la mujer que fue sorprendida en adulterio y traída ante Jesús para que la éste dijera si debían a no apedrearla. Jesús solo dijo: “el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”. ¿Esto quiere decir que somos igual de malos que los asesinos? Tal vez no, pero si somos todos igual de culpables ante Dios de pecado.

¿Merece mas el infierno un sicario o un narcotraficante que un adúltero? ¿Qué uno que golpea a su mujer o que abandona a sus hijos? ¿Qué el que miente a sus padres y los deshonra? ¿Qué la mujer que se exhibe inmodestamente para tratar de atrapar a un hombre? ¿Qué el empresario que explota a sus empleados y no les paga lo justo? La Biblia condena cada uno de esos pecados y muchos otros con el infierno. Nos dice que el odio y la amargura equivalen al homicidio en el corazón. Por eso si decimos ¡esos malditos merecen el infierno!, tenemos que decir MERECEMOS el infierno (Brayant L.)

Es allí en donde entra el evangelio. Es por eso que es buena noticia. Porque nos anuncia que Jesús se hizo una maldición para sustituirnos en la cruz. El que no era culpable de ningún pecado fue ejecutado en la cruz en nuestro lugar. La maldición que pesa sobre todos los pecadores, él la asumió en su propia carne.

Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO),

2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él

Esa fue la razón por la que él fue crucificado. Tomó nuestra condición de malditos de Dios para que pudiéramos recibir el perdón de nuestros pecados. ¿Murió Cristo también por los Sicarios? Si, y por eso, si ellos creen esas buenas nuevas del evangelio de Jesús y corren a él en arrepentimiento también podrán, como la mujer adúltera de la Biblia, recibir el perdón de sus pecados. Pero algunos dirán, “pero lo que ellos han hecho es imperdonable”. Si lo es, pero todo el pecado es imperdonable, todo pecado llevó a Cristo a la cruz. Qué mas imperdonable puede ser el haber sido respondable de la muerte del inocente Hijo de Dios? Cristo también murió por los asesinos, por eso él también fue asesinado.

4 comentarios:

Rodrigo Najera dijo...

En los evangelios de Jesucristo podemos ver a Jesucristo amolestar de una manera severa a los fariseos y los escribas debido a su actitud, incluso Jesucristo llegó a llamarlos hijos del diablo." ustedes soy hijos del diablo". Juan 8:44, por que realmente no hacian la voluntad de Dios, si no según en su creencia torcida hacian su propia voluntad.

Jesucristo vino a rescatarnos y a romper las cadenas del pecado que nos condenaba y que nos hacia hijos del diablo ( juan 8:36)

Si seguimos las enseñanzas de Jesucristo hay esperanza ya que Jesus nos dice:" Si ustedes permanecen en mi palabra serán verdaderamente mis discipulos y conoceran la verdad y la verdad los hara libres"(Juan 8:31-32). Estas verdades que encontramos en la palabra de Jesucristo nos da aliento de esperanza. Si hacemos su voluntad somos seguidores de Jesucristo y las cadenas rotas ya estan.

Entonces volviendo al mensaje original de esta pagina en donde la violencia que se presenta en esta ciudad nos esta alcanzando de alguna manera en temor, Jesucristo nos dice: Mas yo les digo amigos mios, no teman a los que matan el cuerpo y después nada mas pueden hacer, mas bien teman a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de mandarlos al infierno, a El temer. ( Lucas 12:4-5)
Pero también Jesucristo nos dice: Estas cosas les he hablado para que en mi tengan paz. En el mundo van a tener afliccion; pero confien en mi, yo ya vencí al mundo. ( Juan 16:33)

Arturo dijo...

Todos somos malditos, merecedores de la muerte…
Alguna vez se han preguntado cuál es la muerte que, con justicia santa, todos merecemos?

Romanos 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Dios decidió justificarnos por la fe en Jesús que El mismo nos obsequia. No hay obra que nosotros hagamos que siquiera le llame la atención a Dios para que nos justifique (parcial o totalmente). Todo radica en la FE en el sacrificio expiatorio que el Hijo de Dios hizo en la cruz por todos nosotros.
Ok, los cristianos tenemos certeza de nuestra salvación no? Aún así, todos moriremos alguna vez, nuestros cuerpos físicos están condenados a deteriorarse con el paso del tiempo; pero la salvación que Cristo nos dio por medio de su muerte y resurrección radica en dos partes (según mi perspectiva) y esta salvación va más allá de nuestra “finita” vida terrenal…

#1
Cristo rompe las cadenas del pecado…
Aunque el chip integrado en nuestro corazón esta programado para que sigamos pecando, parte de la salvación que Dios nos otorga es la capacidad de reconocer el pecado que habita intrínseco en nosotros; ya no tenemos esa ceguera espiritual y Dios nos capacita para que, por medio de su palabra, su unción y los medios de gracia, mortifiquemos el pecado que aún habita en nosotros…


#2
Dios, en su plan redentor, nos rescató de la muerte eterna…
La muerte a la que me refiero es el tipo de muerte a la que Jesús se enfrentó cuando, por nuestros pecados, a El lo hicimos maldito.
Estoy seguro que en Getsemaní, cuando Cristo oraba al Padre pidiéndole que de ser posible esa copa no fuera para El, su sufrir no era porque sabía que cargaría con los azotes, la corona de espinas, la humillación ante el pueblo, ni siquiera lo eran los clavos y la cruz a los que se iba a enfrentar…La verdadera muerte que Jesús hubiera preferido evitar era la separación del Padre. La paga del pecado es la muerte y TODOS NOSOTROS a El lo hicimos maldito por nuestros pecados…

La muerte verdadera que merecemos por haber pecado contra el único Dios santo y justo es permanecer lejos de su gracia, su misericordia y su justicia POR LA ETERNIDAD…Ese es el verdadero infierno, la verdadera muerte…

Saludos a todos…

Unknown dijo...

Ante Dios, yo no peco menos que esos sicarios.....

Anónimo dijo...

Carlos te felicito por haber tomado la iniciativa de crear este espacio tan necesario. Tus comentarios nos dan una perspectiva bíblica que es indispensable frente a lo que está pasando. Creo que es muy fácil caer en en varias tentaciones que asaltan a los creyentes que están viviendo tiempos como estos: la tentación a caer en temor y desesperanza, la tentación a crtitcar y juzgar a las autoridades "porque no sirven para nada", dejando de interceder por ellas; y, finalmente, pienso también en la tentación a caer en la indiferencia y el pesimismo que nos lleva a la insensibilidad frente al sufrimiento de muchos. Le pido a Dios que muchas personas interesadas en formar un criterio sólidamente bíblico se acerquen para dialogar, hacer preguntas y encontrar respuestas que nos permitan vivir estos tiempos dándole toda la gloria a nuestro gran Dios y Salvador, nuestro Señor Jesucristo.